Es normal sentir el diario vivir como un ciclo de monotonía sin final. Ver cómo ocurren las mismas cosas todos los días con leves variaciones. Pero de forma inesperada, llegan los momentos que elevan el espíritu, producto de un notable esfuerzo físico y personal. Son momentos de contemplación personal del ego y de las explosiones de los sentimentalismos. La vida está llena de éxitos, grandes y pequeños, todos los vivimos, pero pocos nos damos cuenta de ellos.
lunes, 24 de agosto de 2009
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1 Comentarios de esta sacada de jugo:
El éxito es como el aliciente que nos permite seguir, si bien no es perceptible allí está, seguro si decidiera ausentarse lo notaríamos de inmediato.
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